Amado Ángel de la Guarda: Vélame mientras estoy dormido, oriéntame cuando
estoy despierto, defiende mi alma, mente y cuerpo; por favor, protégeme en toda
ocasión y momento de los ataques y envites del enemigo.
Sé mi refugio en la adversidad, mi consuelo en el dolor y mi refugio en la soledad. Ilumina mi entendimiento, gobierna mis sentimientos para que jamás ofenda a Dios nuestro Padre.
Ayúdame con tu luz y tus consejos, con tus santas inspiraciones, para que siendo fiel a ellas progrese en la bondad y el amor hacia los demás y así pueda gozar de tu compañía en el Cielo.
Gracias, gracias, gracias.
Amén.
Sé mi refugio en la adversidad, mi consuelo en el dolor y mi refugio en la soledad. Ilumina mi entendimiento, gobierna mis sentimientos para que jamás ofenda a Dios nuestro Padre.
Ayúdame con tu luz y tus consejos, con tus santas inspiraciones, para que siendo fiel a ellas progrese en la bondad y el amor hacia los demás y así pueda gozar de tu compañía en el Cielo.
Gracias, gracias, gracias.
Amén.