Dos monjes estaban orando juntos. Uno de ellos deja de orar y le pregunta al otro: - ¿Por qué cuando rezamos tú siempre tienes una sonrisa en la cara y yo en cambio tengo siempre cara de amargura? El otro monje le responde: - Es muy sencillo, tú oras para pedir y yo oro para agradecer. Agradezco cada instante, tanto en la adversidad como en la fortuna, quizás este sea el secreto de la felicidad . Foto: Iván Tejero
Un blog sobre energía vital para el éxito del ser: Sanación, propósito, motivación, aprendizaje y automejora.