El poeta es un fingidor. Finge tan completamente Que hasta finge que es dolor El dolor que de veras siente. Y quienes leen lo que escribe, Sienten, en el dolor leído, No los dos que el poeta vive Sino aquél que no han tenido. Y así va por su camino, Distrayendo a la razón, Ese tren sin real destino Que se llama corazón. Versión de Santiago Kovadloff
Un blog sobre energía vital para el éxito del ser: Sanación, propósito, motivación, aprendizaje y automejora.