Amado Ángel de la Guarda: Vélame mientras estoy dormido, oriéntame cuando estoy despierto, defiende mi alma, mente y cuerpo; por favor, protégeme en toda ocasión y momento de los ataques y envites del enemigo. Sé mi refugio en la adversidad, mi consuelo en el dolor y mi refugio en la soledad. Ilumina mi entendimiento, gobierna mis sentimientos para que jamás ofenda a Dios nuestro Padre. Ayúdame con tu luz y tus consejos, con tus santas inspiraciones, para que siendo fiel a ellas progrese en la bondad y el amor hacia los demás y así pueda gozar de tu compañía en el Cielo. Gracias, gracias, gracias. Amén.
Un blog sobre energía vital para el éxito del ser: Sanación, propósito, motivación, aprendizaje y automejora.