Poeta cubana nacida en Matanzas en 1924. Estudió Derecho en la Universidad de La Habana ejerciendo la profesión en su ciudad natal, donde además dictó cursos de dibujo, pintura y escultura.
Algunos Poemas
Busco una enfermedad que no me acabe
Busco una enfermedad que no me acabesino el dolor constante de la vida:
algo para fingir que estoy dormida
detrás de este temblor de escarcha grave.
Busco un agua cósmica que lave
la lágrima terrible que me oxida;
busco el morir distinto, y voy herida
por la pena vulgar que nadie sabe.
Y así me marcho, sonriendo a todos,
luminosa de gracia y desventura,
con el secreto horror hasta los codos;
callándome en el verso y en la prosa,
para que escriban en mi tierra dura:
esta mujer ha muerto de dichosa.
El canto
Rómpanme los vestidos, quítenme la locura,pulan con ese látigo mi sitio de estar sola,
tráiganme los infiernos, pongan mi cama dura;
no temo a los tiranos ni al cáncer ni a la ola.
Déjenme sin pecado, sin sol, sin biblioteca;
ya huérfana de todo no sentiré ni tedio.
Escóndanme ese pan, claven mi boca seca:
nada podrán hacerme que no tenga remedio.
No importará la cárcel porque bebí delirio,
hasta en el mismo polvo suele nacer el lirio,
ninguna muerte sabe podrirme la mañana.
Mi corazón no tiene gravámenes ni dueño.
Nunca podrán quitarme el ala con que sueño.
Y seguiré cantando cuando me dé la gana.
Poesía
Por poderosa sangre voy llamadaa un latido constante de temblores.
Me quedo en esta huida de las flores,
con ese fin de soledad tocada.
Y cerca de esto, que parece nada,
me transcurre una furia de esplendores
con ganas de vivir, como los dolores
del fondo de la vena a la mirada.
Trasiego audaz, mandato de la estrella
(cuando te llevo aquí casi soy bella):
ahógame en tu rabia salvadora,
recógeme de mí –que soy lo inerte
y tú eres lo que vive de la muerte-
en la pluma patética y sonora.
Me desordeno, amor, me desordeno
Me desordeno, amor, me desordenocuando voy en tu boca, demorada;
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.
Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada;
me desordeno, amor, me desordeno.
Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa del veneno;
y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.
Dejadme dar la vuelta
Ya tuve esta neblina que pesa como un monte,ya tuve este delirio,
ya tuve este fantasma y lo creí persona,
ya tuve casi el sueño,
y agonicé de pronto sin cerrar la ventana
y me quedé dormida con los ojos abiertos.
Bien sabéis que respiro apenas por milagro,
que estoy de adiós radiante,
de hasta pronto
y no vuelvo.
Dejadme pues alzar este rato de música,
este paisaje breve donde hago maromas,
esta ilusión que tiene un misterio imponente.
Dejadme dar la vuelta de la flor contra el viento
o ser sencillamente una mujer cualquiera
a quien salvó el demonio.
Enlaces relacionados
- Carilda Oliver. A la orilla de mis deseos (voz de la Autora)
- ¿Por qué Carilda Oliver fue un ícono poético de la Revolución cubana?
- Fallece a los 96 años la poetisa cubana Carilda Oliver Labra
- La poesía del desafuero. Carilda Oliver Labra + 9 poemas
Palabras clave: oliver, cuba, dicha, poesía, poema, documental, vida y obra, poetisa